jueves, 17 de noviembre de 2011

Dando la vida por Juan Peron (por Julian Sgro)

Ayer, 17 de noviembre de 2011 recordamos el aniversario número 39 del retorno del mayor líder estratégico y político argentino del siglo XX. Hablamos de nada más ni nada menos que Teniente General Juan Domingo Perón (o Juan Sosa, tal cuál su apellido materno). Este quedó grabado en nuestra historia como el día del militante peronista. Y eso es lo que cabe recalcar: militante PERONISTA. A pesar del intento (o más bien anhelo) de muchos de concebir este día solamente como el día del militante no tiene que ser dado a lugar. Sabemos que el origen de esta fecha tiene que ver con nosotros, que es nuestra, no permitamos que otros la apropien como suya.


Un 17 de noviembre de 1972, Perón retornaba al país después de casi 18 años de exilio y proscripción vividos desde Madrid, lugar desde donde filmó junto a Octavio Gettino y Fernando "Pino" Solanas sus dos entrevistas más famosas: "Perón: La revolución justicialista" en 1971 y "Perón: Actualización política y doctrinaria para la toma del Poder" también del mismo año. Ambos constituyen los dos documentos más importantes acerca la historia y la doctrina peronista. Las dos son entrevistas hechas al General desde su casa en Puerta de Hierro. En la primera, Perón cuenta la historia del peronismo desde su lugar, el del gestor y conductor de este movimiento que traspasa las Fronteras y el Tiempo y que a nivel tanto nacional como internacional sigue generando apasionados debates acerca de su obstinada persistencia en el Pueblo argentino. La segunda narra todas las estrategias y nociones básicas que debían tener los militantes en el país durante la Proscripción y cuáles eran los mejores movimientos para propiciar su vuelta.


Como dije anteriormente, se sigue debatiendo su persistencia en el tiempo, que pareciera ser un fuego que nunca se consume. José Pablo Feinmann (el primo filosofo del nefasto periodista) califica al movimiento como "una obstinación argentina" e hizo un estudio sobre esta obstinación, a la cuál todos los militantes le dedicamos una parte de nuestras vidas día tras día.


El peronismo es aquella obstinación por la cuál dieron su vida MILES de compañeros desde aquel nefasto día de 1955, donde las hordas gorilas/asesinas de la Revolución Fusiladora pusieron fin a los diez años más felices del pueblo, instaurando el derecho de las bestias, que es el derecho de la fuerza. Empezando por los fusilamientos de José León Suarez, un reinado de terror rigió nuestro país hasta 1973. Fueron años oscuros donde se prohibió siquiera nombrar a nuestro líder, teniéndolo que calificar como "El tirano depuesto" o "El tirano prófugo". Se nos prohibo cantar la marcha, tener imágenes de Perón o Eva, o cualquier elemento relacionado con el Partido Justicialista podía equivaler a años de cárcel. Nuestros compañeros de aquellos años se vieron en la situación de tener que organizarse como se pudiera, ya sea a través de sindicatos combativos que realizaban boicot en las fábricas, ya fuera a través de jóvenes realizando actos relámpagos , reuniendose a determinada hora y en determinado lugar para cantar aun sea las primeras estrofas de la marcha peronista para luego salir corriendo cuando los buchones del órden aparecían a reprimirlos. También estaban aquellos que de la nada aparecían en un acto oficial tirar folletos y gritar "PERÓN O MUERTE" para intentar escapar después. En muchos casos, aquella proclama se cumplía al pie de la letra. Y por último estaban aquellos que se jugaban el todo por el todo. Aquellos compañeros que le pusieron el pecho a las balas de forma literal y optaron por la lucha armada, formando así las primeras guerrillas peronistas, como ser la FAP, la FAR, la FAL o tiempo después Montoneros.


Por todos ellos, compañeros, es que recordamos este día como el día del Militante Peronista. Por todos esos héroes anónimos que dieron su sangre para ver cumplido el sueño de una Patria JUSTA, LIBRE Y SOBERANA, por recuperar los diez años más felices de nuestra historia, aún cuando muchos de ellos ni siquiera la habían vivido. Es el día donde debemos recordarlos a todos ellos, no como figuras pétreas, inmóviles, como parte de un archivo histórico que se lee con curiosidad. No, debemos ver en ellos un ejemplo de compromiso y de lucha que es necesario que hagamos nuestro. Es tomar las banderas que Eva Perón nos legó y llevarlas hacia la victoria. En homenajear de la mejor manera posible a todos los caídos que pelearon por la Felicidad del pueblo y la Grandeza de la Nación. El peronismo tiene historia, amigos. Nuestra sangre es la que riega toda América, porque fueron nuestros compañeros del 25 de Mayo de 1810, del 9 de julio de 1816, del 20 de noviembre de 1845 y sobre todo la del 17 de octubre de 1945 la que entregó el pensamiento, la fuerza y la existencia por un país mejor. Somos nosotros, los herederos de las milicias populares de los albores de la Revolución de Mayo, de las guerrillas gauchas de Guemes, de los caudillos federales, de los hermanos indígenas muertos, de mártires de las dictaduras genocidas del siglo 20 la que iluminan nuestros pasos. SOMOS NOSOTROS LOS QUE ESTAMOS CONTINUANDO CON SU TAREA Y CON SUS SUEÑOS, no nos dejemos engañar por esos títeres que ahora aparecieron a jugarla de los salvadores de la Patria y que todos sabemos que la única patria a la que representan es a la del saqueo y la miseria. Somos nosotros los que seguimos con el sueño de San Martín, Rosas, Perón. Ningún otro.



 Es por ellos, es por nosotros compañeros...

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